9 de febrero…………………..y entonces sucedió que…………………
………………..en Falls Road, un suburbio obrero de la ciudad norirlandesa de Belfast de calles estrechas y viviendas adosadas, la vida no estaba resultando sencilla tras el toque de queda declarado por el gobierno británico en julio de 1970. Tres mil soldados ocupaban las calles de la barriada católica de Falls Road. Dos helicópteros daban el aviso a sus habitantes de no salir de sus casas, bajo amenaza de recibir un disparo. La situación se había tensado, con las acusaciones que se vertían hacia los soldados, por parte de los vecinos, de ciertos actos de saqueos, robos y destrucción de crucifijos, durante la primera noche de ocupación del día 3 de julio.
Tras dos días de intensas agitaciones, con numerosos desperfectos ocasionados en los hogares, derribando puertas, levantando suelos, paredes y techos en los registros llevados a cabo, el balance final arrojaba la cantidad de cinco civiles muertos, multitud de heridos y cerca de trescientas detenciones realizadas. A dichas acciones, se opuso el IRA (Irish Republic Army- Ejército Republicano Irlandés). Las mujeres organizadas hicieron frente común contra aquellos. Cientos de ellas se manifestaron frente a los pelotones de soldados, que no supieron cómo reaccionar, logrando del primer ministro el anuncio de la retirada de aquellas tropas (que no llegaría a producirse del todo).
Con este escenario y ante la escalada de violencia que desde entonces se vivía por las calles de Belfast, en 1974, la familia Conlon (Giuseppe y su mujer Sara) decidieron ponerse en contacto con la hermana de Sara, la tía Annie, para que acogiera a su hijo Gerry en su casa de Londres, de forma temporal, y encauzar a aquel veinteañero, que trapicheaba con los materiales de hierro y chatarra que conseguía de pequeños robos y hurtos, una decisión, de la que años más tarde acabarían arrepintiéndose,
Y así, pensando que de esta forma al joven Gerry, le vendría bien este cambio de aires, fue enviado a Londres. En el viaje de ida, en el barco, coincide con un amigo de la infancia, Paul Hill, con el que pasará, desde entonces, la mayor parte de sus días. Ambos, en su búsqueda de empleo y noches de fiesta, acabarían pernoctando en una “comunidad hippy”, entablando amistad con el también irlandés Paddy Armstrong y una inglesa, de la que se había perdidamente enamorado, Carole Richardson.
Durante aquel tiempo en el que Gerry Conlon y sus amigos permanecieron en Londres se sucedieron una serie de atentados atribuidos al Ejército Republicano Irlandés (IRA) en la capital londinense y sus alrededores, consistentes en la colocación de una serie de artefactos explosivos en lugares estratégicos, generalmente de ocio, utilizados por los soldados del ejército británico, como el acaecido la noche del sábado 5 de octubre de 1974, en el pub “The Horse and Groom” (El caballo y el novio) situado en la calle North de la localidad de Guildford (situada a unos 50 Kms al sur de la capital inglesa), atentado en el que perderían la vida cinco personas (cuatro soldados y un civil) y donde sesenta personas resultarían heridas de diversa consideración, y un segundo artefacto, apenas a cuatro minutos andando de este, en el pub “The Seven Stars” (Las siete estrellas) en Swan Lane.
Inglaterra para contrarrestar estos crecientes ataques, promulgaba la denominada ley de protección antiterrorista, que concedía a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la competencia para poder arrestar y retener, sin tener obligación de tener que presentar cargo alguno contra el detenido, durante un periodo de siete días a cualquier persona sobre la que recayera la simple sospecha de pertenencia a banda armada o terrorista.
Tras aquel suceso, Gerry Conlon regresa a su Belfast natal, al barrio católico de Falls Road, tras haber dado un golpe que le había proporcionado pingües beneficios. Allí era detenido por la policía, al que se le acusaba de pertenecer al IRA así como ser el autor material, junto a sus tres compañeros, Paul, Paddy y Carole de los atentados de los pubs de Guildford, según informes de la policía del condado de Surrey donde se encontraban los aludidos lugares de ocio.
Trasladados a las dependencias de la cárcel de Winchester, el 6 de Diciembre, fueron sometidos los cuatro a un proceso de torturas y vejaciones, en el que acabarían confesando su participación y autoría de los delitos de los que se les acusaba. De esta forma, el 22 de octubre de 1975, resultaban condenados los “cuatro de Guildford” (que así fue como se les comenzaba a conocer) a una pena, con un mínimo de treinta años de prisión, de cadena perpetua, siendo ubicados todos ellos en diferentes centros penitenciarios.
Posteriormente, en marzo de 1976, de igual forma fueron sentenciados y encarcelados siete miembros de la familia de Gerry. Su padre Guiseppe de 52 años, condenado a doce años (fallecerá cumpliendo condena, en la prisión de Wormwood Scrub’s, el 23 de enero de 1980), La tía Annie y su marido Patrick junto a sus dos hijos, Vincent y Patrick, y William el hermano de la tía Annie y un amigo de la familia, Patrick O’neill.
Todos y especialmente Gerry Conlon desde el primer día defendieron su inocencia, que nadie parecía creer, argumentando que sus confesiones se debieron al resultado de las torturas recibidas. En octubre de 1989, tras permanecer encarcelados quince años, el Tribunal de Apelación de Londres, anulaba las sentencias de los cuatro de Guildford, tras el recurso presentado por la defensa en la que demostraba la ocultación de ciertas pruebas incompatibles con las confesiones de culpabilidad. En junio de 1991, si bien ya habían cumplido sus condenas respectivas eran anuladas las de los otro siete. En el siguiente enlace el momento en el que Gerry era liberado tras quince años de injusta condena https://youtu.be/moDZUdmXT1E.
Y entonces sucedió que, un 9 de febrero, como hoy, de 2005, treinta años más tarde, el entonces primer ministro británico, Tony Blair, al término de la sesión semanal de ruegos y preguntas llevadas a cabo en la Cámara de los Comunes, en una declaración televisada, solicitó formalmente disculpas a todos ellos;
-“Merecen ser exonerados completa y públicamente. Lamento que los injustamente acusados tuvieran que afrontar semejante experiencia e injusticia. Reconozco el trauma que la condena causó a los Conlon y a la familia Maguire y el estigma asociado incorrectamente a ellos hasta el día de hoy «-.
Este suceso fue recogido en 1993 en la película con el título “En el nombre del padre”, como una adaptación autobiográfica del propio Gerry Conlon, “Provedd Innocent” (Inocencia Probada), y cuyo inicio podemos ver aquí https://youtu.be/rK89o76dB9A.