LOS HÉROES DEL PUENTE NUEVO

9MARCH
9 de marzo………………y entonces sucedió que……………………………..
………………… …se cumplían casi dos años desde aquel 23 de marzo de 1808 en el que las tropas francesas del general Murat se habían instalado en Madrid, dándose así por concluida, la primera parte del plan previsto por Napoleón Bonaparte sobre la ocupación de la península, que tendría su culminación, dos meses más tarde, con las denominadas “abdicaciones de Bayona”, en las que los monarcas Carlos IV y su hijo Fernando VII acabarían renunciando a la corona española en beneficio del mismo Napoleón, que nombraría monarca de España a su hermano José, provocando con ello una oleada de protestas y los primeros enfrentamientos entre aquel ejército francés y la población española, que acabarían siendo duramente reprimidos tras los levantamientos de la jornada del 2 de mayo.
Ante el desconcierto creado y las noticias procedentes desde la capital en las que se evidenciaba la cruel represión ejercida con los fusilamientos de los insurrectos en la montaña del príncipe Pío, se constituyeron Juntas locales de resistencia a lo largo de todo el territorio peninsular, que animaban a los ciudadanos a un levantamiento contra las tropas invasoras, iniciándose desde entonces un conflicto armado que adoptaría el sistema de guerrilla y que supondría, tal y como el mismo Napoleón reconocería, años más tarde, desde su exilio en la isla de Santa Elena, el descrédito de su prestigio en Europa.
Jamás, en todos sus cálculos efectuados, había llegado Napoleón siquiera a imaginar un panorama bélico de tales características, que se le escapaba de las manos, siendo además conocedor de un sinfín de estrategias militares y de distintas maneras de contrarrestar los posibles avances enemigos, no sabiendo sin embargo cómo frenar aquellos hostigamientos que sufrían sus avezadas huestes.
A pesar del intento por aparentar disponer del control absoluto y del dominio de la situación, y la consiguiente finalización de este conflicto, con la caída de la férrea defensa ejercida por la ciudad de Zaragoza en marzo de 1809, lo cierto es que conforme avanzaba el tiempo la situación se complicaba todavía más, con la aparición de sucesos por todos los rincones del país. Los soldados franceses curtidos en mil batallas comenzaron a vislumbrar enemigos en cualquier lugar llegando a ejercer una represión brutal sobre sus habitantes.
Tomada la ciudad de Zaragoza la caballería del mariscal Louis Suchet se dirigió por el corredor mediterráneo para enfrentarse contra la Junta de Resistencia de la ciudad de Valencia. En Vinaroz se encontraba destacada una partida de Fusileros Tiradores de Valencia, al mando del capitán Antonio Marfil, que alertados ante el avance galo se dirigieron hacia la guarnición de la Vall de Uxó, donde se encontraba otra partida de este mismo batallón a las órdenes del subteniente Luis Lana. José Caro, el entonces capitán general de Valencia alertaba a las poblaciones de Castellón de la llegada de las tropas francesas.
Una avanzadilla de soldados franceses solicita aprovisionamientos, víveres y acopios para sus tropas a las localidades  por donde tienen previsto su paso, negándose estas a entregárselas.
La noche del 8 al 9 de marzo, en Almazora, corre la voz de la inminente llegada de las tropas del mariscal galo, procediéndose a la evacuación de la localidad de los ancianos y niños, que se dirigen hacia las montañas del parque natural de la Sierra de Espadán.
El 9 de marzo, de un día como hoy, de hace por tanto doscientos ocho años, vecinos de Almazora, a los que se unieron otros de la localidad próxima de Villarreal y también algunos procedentes desde Castellón, que en número no serían más de doscientos, se dirigieron hacia el conocido como Pont Nou (puente nuevo) del río Mijares, armados rudimentariamente, con azadas, palos, navajas y hasta con piedras, en un intento por defender sus tierras del avance del enemigo.
En aquel puente hicieron una tosca barricada con las ramas de los árboles que encontraron por la zona, aguardando el temido encuentro con los franceses. Aquellos ciudadanos de oficios diversos, contaban con más decisión y dosis de valor que de los necesarios conocimientos tácticos o bélicos que se pudieran exigir en estas circunstancias. Y allí, sobre el mediodía hicieron acto de aparición los primeros soldados a caballo, que dando la sensación de sentirse sorprendidos, siendo aparentemente en número inferior a aquellos bravos conciudadanos, hicieron el amago de huir sobre sus propios pasos, envalentonando los ánimos de quienes creyeron ver más el sobresalto y el espanto de aquellos, que el empleo de un ardid o engaño, saliendo a la carrera tras ellos.
Aquella simulación de una caballería que huía despavorida daría sus frutos, cuando los vecinos abandonando sus atrincheramientos salieron en su persecución , acabando convertidos de perseguidores en perseguidos, al ser estos atacados por los flancos laterales, muriendo en aquel puente sobre el río Mijares, setenta y ocho de aquellos ciudadanos.
El 9 de marzo de 1925 el ayuntamiento de Castellón, junto con el de Almazora y el de Villarreal, rindió homenaje, en el mismo escenario de los hechos, a estos hombres que con su determinación, arrojo y valor, por defender su libertad,  se enfrentaron a las tropas de Napoleón Bonaparte, donde posteriormente se erigiría un monumento del escultor Manuel Carrasco en recuerdo de este suceso, cuya lápida realizada en bronce obra de José Ortells rezaba la siguiente inscripción; 
-“A la memoria de los bravos defensores del puente nuevo contra la invasión extranjera un 9 de marzo de 1810”-

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