EL FINAL DEL USS. AKRON

04042018
4 de abril……………….y entonces sucedió que…………………
………………..todo estaba dispuesto para la misión de aquel inmenso dirigible, en palabras del almirante William Adger Moffett (considerado el “padre de la aviación naval”, al asumir el desafío de conformar una división aeronáutica dentro de la propia Marina de los Estados Unidos en 1921) refiriéndose al USS Akron, como -“la mejor nave que se había construido jamás”-, que iba a tener lugar frente a las costas de Nueva Inglaterra durante la tarde-noche del lunes 3 de abril de 1933, ante un grupo de oficiales de la armada, invitados a bordo por “el almirante volador”, nacido en Charleston, Carolina del Sur, hacía 63 años, con la aparentemente sencilla misión de calibrar unas torres de radio.

Los dirigibles fueron las primeras aeronaves motorizadas de la historia. Básicamente eran globos inflados con un gas elevador (hidrógeno o helio) del que quedaban suspendidas varias góndolas donde se ubicaban los motores, el puente de mando o en su caso los espacios necesarios para el transporte de los pasajeros. Aunque en realidad se trataba de un invento francés, llevado a cabo por el ingeniero Henri Giffard, el principal promotor de los dirigibles fue Ferdinand Von Zeppelin, un conde alemán, cuyo primer prototipo, el LZ1 (Luftschiff Zeppelin, «barco aéreo» en alemán) realizaba su primer vuelo inaugural el 2 de julio de 1900 sobre el lago de Constanza.
El USS Akron, junto a su hermano gemelo el USS Macon, eran las primeras unidades construidas en suelo estadounidense, concretamente en los astilleros, diseñados para la ocasión,  de la localidad de Akron en Ohio, considerados los más grandes del mundo, para diseñar y construir las naves más grandes, hasta la fecha, con sus cerca de 239 metros de eslora (superados posteriormente en casi seis metros por la LZ129 Hindenburg), fruto de la colaboración entre las compañías Goodyear (que había adquirido los derechos de la patente de su fabricación) y la alemana  Luft Zeppelin, sustentando ambos aparatos por helio en lugar del gas de hidrógeno, utilizado hasta el momento.
Concebidos para fines no comerciales, mediante el desempeño de funciones militares, como portaaviones con capacidad para transportar, en sus entrañas, hasta cinco aviones de combate F9C Sparrowhawk, que podían, en pleno vuelo, ser lanzados al  exterior y volver a ser recuperados posteriormente.
El 8 de agosto de 1931, se realizaba su primera botadura asistiendo al correspondiente acto inaugural conmemorativo Lou Henry Hoover, la primera dama y esposa del presidente, Herbert Hoover, permaneciendo suspendido varias horas en el exterior del hangar. Al mes siguiente ya realizaba su primer viaje por los alrededores de Cleveland llevando a bordo al secretario de la armada, Charles Francis Adams III y al almirante William Moffett, siendo definitivamente puesto a disposición de la marina el día 27 de octubre asignándosele el mando al comandante Charles Emery Rosendahl.
Aquella tarde del lunes 3 de abril de 1933, el Akron fue lanzado para operar a lo largo de la costa de Nueva Inglaterra, con setenta y seis personas a bordo (entre las que se encontraban, el almirante Moffett junto a sus oficiales invitados,  entre ellos, los comandantes Henry Cecil y Fred  Berry), de una nave dirigida en aquella ocasión por el capitán Frank McCord, en un acto auspiciado por el recién elegido presidente Franklin Delano Roosevelt.
Nada más iniciarse las maniobras de despegue, una fuerte tormenta hacía acto de presencia sobre la bahía, acompañada de intensas ráfagas de viento, que balancearon fuertemente la estructura de la nave, aunque lograron estabilizarla y sin darle mayor importancia, proseguir con la misión. Al llegar sobre las diez de la noche a Barnegat Light, en Nueva Jersey, las condiciones climatológicas empeoraron, llegando la nave a volar en una presión barométrica más baja que en el momento del despegue, no siendo detectado por los sensores de los indicadores en el puente de mando, es decir, navegando a una altura menor de la que reflejaban los instrumentos de control.
Cuando pasaban treinta minutos de la medianoche, del entonces ya martes 4 de abril, de un día como hoy de hace por tanto ochenta y cinco años, el dirigible quedó atrapado por una corriente ascendente a la que siguió de inmediato otra descendente, percibiendo el timonel como los cables de la paleta de la guía inferior eran arrancados, perdiendo el control sobre la nave que precipitándose desde una altura de doscientos cuarenta metros, golpeaba el mar por su parte trasera posterior perdiendo el timón como consecuencia del impacto, hundiéndose en el Atlántico. Ninguno de los presentes portaban chalecos salvavidas alguno.
El barco mercante alemán “Phoebus” veía las luces de la nave precipitándose al mar, cambiando su rumbo para dirigirse hacia aquel lugar creyendo su capitán ser testigos directos de un accidente aéreo, llegando a rescatar con vida a tres hombres (de los setenta y seis que transportaba), dos oficiales y un mecánico. A las tareas de búsqueda por encontrar más supervivientes se unieron varios guardacostas y destructores. Un Cutter Tucker de la guardia costera estadounidense era el primero en llegar, sobre las seis de la mañana, al lugar del accidente, no encontrando a nadie más con vida, de un percance que acabaría siendo considerado «la mayor catástrofe de la historia de la aviación» (hasta aquel momento).
Casi dos años después, el 12 de febrero de 1935, era el otro dirigible, el USS Macon el que se precipitaba al mar, en el Pacífico, frente a la bahía de Monterrey en el estado de California, al Sur de San Francisco. En esta ocasión sin embargo, salvaron la vida la mayor parte de la tripulación al incluir con certera previsión chalecos salvavidas y botes inflables, por lo que perdieron la vida dos hombres de los setenta y dos que iban a bordo aquel día.
Cuando el 6 de mayo de 1937 en la base aérea marina de Lakehurst, al Sur de Nueva York, se desintegraba en el aire el Hindenburg, con sus noventa y ocho pasajeros a bordo (de los que perecieron treinta y seis), se paralizaría definitivamente la construcción de dirigibles. En el siguiente enlace el momento de la explosión recogida por las cámaras allí presentes https://youtu.be/rWeO1q0gHJE?t=38.
Este accidente, supuso el fin de los dirigibles como medio de transporte, el final de una era.

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