—TENTENECIO

TENTENECIO

30 de septiembre……………………….y entonces sucedió que………………………..

…….aquel día del mes de enero de 1465 los hermanos Manzano, Gómez y Alonso se encontraban jugando al popular juego de pelota castellana con el hijo menor de los Enríquez, Luis. Los tres pertenecían a dos familias de las más influyentes e ilustres de la Salamanca de por aquel entonces.

La partida se estaba desarrollando con la tensión y los habituales nervios que aquel juego solía despertar entre sus participantes. En un momento del lance, los Manzano comenzaron a discutir con Luis, sobre una determinada jugada, pasando, con relativa ligereza, eso sí, de las primeras palabras de desacuerdo a las nerviosas altisonantes, y con estas, los primeros agarrones y empujones, tras los que no tardarían en hacer acto de presencia los gritos, las descalificaciones, las amenazas, y sin saber ni cómo ni por qué, Luis Enríquez recibía una puñalada en el pecho que le sesgaba la vida casi de manera instantánea.

Muerto el pequeño de los Enríquez, Gómez y Alonso Manzano decidían, tratando así de evitar la venganza de Pedro, hermano mayor de aquel, mediante engaño, tenderle una trampa para acabar igualmente con su vida. Y así, haciéndole entrega de un mensaje en nombre de su hermano Luis, ocultos en uno de los callejones de la ciudad, aprovechando la oscuridad del momento, al llegar aquel, sin previo aviso dábanle muerte, clavándole una chuza en uno de los costados.

Enterado de la acción de sus hijos el patriarca de los Manzano, aconsejaba a sus vástagos poner de inmediato tierra de por medio y enfriar los ánimos y las posibles consecuencias que aquellas dos muertes pudieran acarrear, huyendo ambos de la ciudad del Tormes a tierras portuguesas.

Cuando María Rodríguez de Monroy, viuda de Enríquez recibía la noticia de la muerte de sus dos hijos, reclutaba a una veintena de hombres que partían de inmediato hacia tierras lusas, persiguiendo sin descanso a los asesinos de sus hijos.

En una posada, cerca de la localidad de Viseu en Portugal, eran localizados los dos hermanos, a los que, bien entrada la noche, aquella veintena de hombres, casi al unísono, irrumpían en su interior provocándoles la muerte. María pidió un cuchillo para, ella misma, decapitarlos, regresando a Salamanca con las cabezas de los Manzano en sus propias manos, las cuales depositaba sobre las tumbas de sus hijos para que todos los que pasaran por allí las contemplaran.

 Tras aquel suceso aquella viuda pasaría a ser conocida como “María La Brava”, dándose inicio con ello a una rivalidad entre ambas familias, que acabaría dividiendo la ciudad en dos bandos, pasaje que duraría más de una década y que se conocería como la “guerra de los bandos”.

Uno de ellos, el de María la Brava, de la familia Enríquez, conocidos como los del bando de Santo Tomé (al estar su casa enfrente de dicha parroquia), otro el de los Manzano, el bando de San Benito, separados físicamente por la plaza, la antigua del Corral de San Martín y posteriormente llamada del Corrillo, convertida en una especie de tierra de nadie, en un lugar al que desde entonces poca gente se atrevería a transitar por la misma, creciendo la hierba, según decían por aquella razón, y que acabaría siendo conocida, por ello, como la plaza del “Corrillo de la Yerba”.

Había un sacerdote agustino en la ciudad, estudiante del colegio Bartolomé, llamado Juan González del Castrillo, venido desde el monasterio de San Benito de Sahagún y al que por dicha circunstancia se le conocía con el sobrenombre de Juan de Sahagún, obcecado, durante años, en poner fin a aquel conflicto, de manera infructuosa.

Unos argumentando un motivo, otros alegando otro, lo cierto es que no había forma de hacerles entrar en razón, enquistándose aquella tensa situación.

Cuentan que cierta mañana que había “mercado de ganado”, uno de los toros que había logrado escapar, hacía acto de presencia por la que entonces era la vía principal de acceso a la ciudad, la que comunicaba la Puerta del Río con la Catedral Vieja, la empinada calle de Santa Catalina, causando gran revuelo con aquellos con quienes se cruzaba.

En un momento determinado, fijó el astado su atención en una madre que acompañada de su hijo trataba de alejarse de aquel, no sin cierta dificultad debido al pronunciado desnivel de la mencionada calle, dirigiéndose hacia ellos. Cuentan los presentes que estando a punto de embestirlos apareció, como surgido de la nada, el sacerdote, interponiéndose entre la madre y el niño con la res brava, levantando una de sus manos a la altura de la cabeza del animal al tiempo que decía en voz alta, -“¡Tente, necio!”-, momento en el que el bóvido deteniéndose de inmediato, se daba la vuelta, y desaparecía calle abajo.

Un milagro comentado por los lugareños que quizás favorecería que poco tiempo después, el último día del mes de septiembre, de un día 30, como hoy, de 1476, el mismo Juan de Sahagún pudiera poner final a aquel enfrentamiento mediante la firma de un  acuerdo entre las partes, tras más de diez años, y que sería conocida como el “Acta de la Concordia”.

Juan de Sahagún beatificado por el Papa Clemente VIII en 1601 y canonizado por el Papa Alejandro VIII en 1691 es el patrón de la ciudad salmantina. La misma calle del milagro existe en la actualidad con el nombre de “Tentenecio”.

Junto al arco de acceso a la Plaza Mayor una inscripción reproduce una cita de «La tía fingida» que Cervantes dedicaría a la ciudad de Salamanca: -“Advierte, hija mía, que estás en Salamanca, llamada en todo el mundo madre de las ciencias, archivo de las habilidades, tesorera de los buenos ingenios y que de ordinario cursan en ella y habitan diez ó doce mil estudiantes, gente moza, antojadiza, arrojada, libre, aficionada, gastadora, discreta, diabólica y de humor”-.

Hoy en día, miles de estudiantes siguen demostrando ese buen ingenio y humor, que bien señalaba don Miguel, celebrando el penúltimo jueves lectivo del mes de diciembre, en la plaza Mayor, su particular fiesta de la «Nochevieja Universitaria».

Y es que, como bien señala aquella frase franca; “Madrid para la nobleza, para tropa Barcelona, para jardines Valencia y para el estudio Salamanca”—.

  

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s