10 de marzo……………………………y entonces sucedió que………………………….
……..el 28 de abril de 2021, en su sexagésima segunda sesión Plenaria, la Asamblea General de las Naciones Unidas, reunida en Qatar, aprobaba el proyecto de resolución A/75/L.81, proclamando el 10 de marzo, de un día como hoy, «Día Internacional de las Juezas», respondiendo, de esta forma, la petición formulada en febrero del año anterior, por quien ocupaba, por aquel entonces, la presidencia de la Asociación Internacional de Mujeres Juezas, Vanessa Ruiz.
La Asociación Internacional de Mujeres Juezas [International Association of Women Judges (IAWJ)] fue fundada en 1991 por un grupo de cincuenta mujeres jueces de diferentes países, con el objetivo de promover la igualdad de justicia para mujeres y niñas en todo el mundo, decididas a combatir la discriminación de género existente en el Poder Judicial. Una asociación que actualmente cuenta con más de seis mil quinientas juezas distribuidas en más de cien países.
En España con la proclamación de la Segunda República y el reconocimiento constitucional del derecho al voto femenino parecía, en un primer momento, facilitarse su acceso a ámbitos que hasta entonces parecían exclusivamente acotados para los hombres, como por ejemplo el judicial, considerado desde tiempo inmemorial “oficio de varón”. Pero aquello fue, nada más lejos de la realidad, un triste espejismo.
No sin cierta controversia suscitada en su día al respecto, en la Audiencia Territorial de Zaragoza el 20 de mayo de 1932 se celebraba el primer juicio con jurado mixto, compuesto por hombres y mujeres, que en aquella ocasión determinaba absolver a un hombre, acusado de homicidio frustrado y cuya exculpación traía las primeras críticas a la entrada de la mujer en aquel tipo de jurados.
Niceto Alcalá Zamora y Castillo (hijo del primer presidente de la República) llegaría a afirmar, como catedrático de derecho procesal de la Universidad de Valencia que, «los delitos pasionales son los menos a propósito para poner a prueba la ponderación de las mujeres, sin entrar a valorar, si el temperamento femenino, era o no, el adecuado para la función de juzgar».
Un año más tarde, el 23 de junio de 1933, la diputada en Cortes, Clara Campoamor Rodríguez, formulaba en sede parlamentaria varios ruegos dirigidos al entonces ministro de Justicia, Álvaro de Albornoz Liminiana, solicitando la admisión de la mujer a todas las carreras derivadas del título de abogado, destacando entre otras la de la “Judicatura”, petición que, sin embargo, no llegaría a ser admitida.
El asunto no quedaría ahí, puesto que en noviembre del año siguiente, la canaria Teresa Argemí Melián, como licenciada en derecho consultaba formalmente al Ministerio de Justicia si las mujeres podían presentarse a las oposiciones de jueces, fiscales o secretarios judiciales. En su opinión sí que era posible, toda vez que la propia Constitución de 1931, en su artículo 40, consagraba la admisión a empleos y cargos públicos de todos los españoles «sin distinción de sexo».
La respuesta emitida mediante Orden publicada en la Gaceta de Madrid, firmada por Rafael Aizpún Santafé rechazaba dicha solicitud alegando que, “si bien ni la Ley Orgánica del Poder Judicial ni los reglamentos contienen disposiciones que excluyan taxativamente a las mujeres de las oposiciones, es «evidente» que en la fecha de promulgación de la ley no podía preverse que la mujer estuviese en condiciones de opositar ni a la judicatura ni al secretariado.
Aunque dicha prohibición continuaría estando vigente, lo cierto es que en contadas ocasiones y sobre todo una vez iniciada la Guerra Civil, de manera interina, se realizarían nombramientos femeninos para cubrir determinados cargos públicos y empleos jurídicos, como el caso de María Victoria Uribe Laso, que pasaría a ocupar la plaza de secretario judicial, en el Juzgado de Primera Instancia de Requena (Valencia), en virtud de Orden ministerial con fecha de 28 de agosto de 1937, firmada por el entonces ministro de Justicia Manuel de Irujo Ollo, o el de Lorenza Julia Álvarez Resano mediante Orden de 16 de julio de 1938 firmada por Ramón González Peña, para ocupar la plaza en el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción del partido judicial de Alberique (Valencia).
Tendrían que pasar casi treinta años para que en 1966, con la entrada en vigor de la Ley 96/1966, de 28 de diciembre, las mujeres pudieran acceder a las oposiciones de ingreso a la Carrera Judicial, para ser juezas, término que hasta aquellos momentos servía para designar a la mujer del juez y que en la actualidad se utiliza para referirse a la “mujer que desempeña el cargo de juez”.
Habría que esperar hasta 1972 para conocer a la primera jueza española, María Jóver Carrión, que tras aprobar las oposiciones a jueces comarcales tomaba posesión como titular del Juzgado de Distrito de Fraga (Huesca), la primera mujer de un cuerpo de Jueces de distrito que se extinguiría en 1981. La primera que, curiosamente, prefería que se dirigieran a ella como «señora juez» y no como «jueza».
Seis años más tarde, Josefina Triguero Agudo superaba las oposiciones a la Carrera Judicial y era nombrada jueza de Primera Instancia e Instrucción en el juzgado de Navalmoral de la Mata, en la provincia de Cáceres.
Según un informe realizado en 2020 por la Asociación Judicial Francisco de Vitoria (AJFV), en España, las mujeres dentro de la carrera judicial, son con un 54,3%, mayoría; no obstante, su presencia en los escalones superiores de la judicatura, especialmente en aquellos cargos que son de nombramiento discrecional (político), es realmente escasa, en virtud del llamado «techo de cristal».
La primera que aprobó la oposición de la Carrera Judicial en España Josefina Triguero Agudo, tenía treinta y dos años. Por aquel entonces eran ofertadas treinta y cuatro plazas, para unos trescientos opositores, de los cuales once eran mujeres. En 2021, dos años después de haber finalizado la carrera de derecho, tres amigas palentinas, Marina Bueno Moras, María del Carmen Medina Román y Marta Campo Gonzalo, a los veinticuatro conseguían las suyas, tras superartres pruebas teóricas: un tipo test del que solo aprobaron 1.200 de los más de 5.000 aspirantes y dos exámenes orales, de un temario compuesto por 328 temas.
Sirva esta reseña (#MujeresJuezas, #InternationalWomenJudgesDay) como un pequeño homenaje para todas aquellas mujeres que desempeñan el cargo de jueces en los sistemas judiciales de todo el mundo. Y cuyo lema para este año de 2023 es;
—«Para conseguir justicia necesitamos más mujeres en la justicia»—.