29 de marzo…………………………………..y entonces sucedió que…………………
…….“-soy un laguntzaile (colaborador), pero no soy tonto, de “txotxolo”, no tengo nada de nada-”, es la frase que se repetía, una y otra vez, aquella fría mañana de principio del mes de enero, un más que indignado soraluzetarra, sintiéndose traicionado al acabar de descubrir como aquellos, a quienes hasta entonces consideraba unos verdaderos “gudaris abertzales” (soldados patriotas), que acogía desde hacía algo más de dos años, en su propia casa, en la localidad guipuzcoana de Soraluze (Placencia de las Armas), a 15 minutos en coche al este de Éibar, estaban manteniendo relaciones sexuales tanto con su mujer Isabel, como con su hija Edurne.